
“Querida Begoña, tu gran positividad y fuerza nos anima a seguir luchando por ayudar a más pacientes, a pesar de lo duro del camino. Gracias por ser un referente para todos nosotros”
TESTIMONIO DE BEGOÑA PARRADO BOSQUE
Gracias al sistema de enfriamiento Oncobel, he mantenido mi cabello casi intacto tras 12 sesiones semanales de quimioterapia. No puedo estar más contenta porque durante el proceso he perdido muy poquito cabello y no solo eso ¡Además me ha crecido y ahora tengo una melena preciosa!
Para mí la imagen es muy importante y en cuanto me hablaron de quimio, una de las cosas que más me afectó fue pensar en perder mi pelo, así que salí corriendo a mirarme una peluca porque quería tenerlo todo preparado.
Cuál fue mi sorpresa cuando en el Hospital me propusieron realizar este tratamiento, fue como un regalo para mí, me explicaron que estaban aplicando este sistema a otras 40 pacientes y que la mayoría estaban conservando el cabello. Recuerdo que salí de la consulta tan ilusionada que cuando llegué a casa lo primero que le dije a mi familia fue… ¡Por fin una buena noticia, la peluca puede esperar!
Inmediatamente me puse en contacto con Oncobel porque tenía algunas dudas acerca del funcionamiento del sistema y desde el primer momento Nuria y Ana (miembros del equipo) dieron respuesta a todas mis preguntas y pude observar que se trataba de una empresa seria y muy profesional, así que ya no me quedó ninguna duda ¡Tenía que probar!
Y ahora me gustaría explicar un poco como fue mi experiencia durante el tratamiento:
El primer día iba un poco asustada, la verdad. Empezar una quimio y además esto del gorro de enfriamiento, me daba mucho respeto pero al final la sesión resultó más fácil de lo que me imaginaba.
Lo primero es tomarse un analgésico antes de comenzar porque es cierto que los primeros 15 minutos después de colocarte el gorro, como baja la temperatura del cuero cabelludo tan rápido, se puede notar un poco de dolor de cabeza pero se pasa rápido y luego ni lo notas.
Otra cosa importante es abrigarse bien, porque al bajar la temperatura de la cabeza se tiende a tener frío en el resto del cuerpo, yo me llevaba mis leggins térmicos, mi jersey polar, mi mantita y estaba súper a gusto.
En mi caso el tratamiento era un poco largo unas 5 horas, así que lo convertí en mi momento de relax semanal y aprovechaba para leer, meditar, escuchar música, etc… Así que solo tengo buenos recuerdos de todo el proceso, en parte gracias también a todo el personal del Hospital de Día del CST de Terrassa por la atención y el cariño recibido.
Ahora ya he terminado mi tratamiento y después de los resultados obtenidos, me siento más reforzada y optimista que nunca, el hecho de no haber visto alterada mi imagen me ha hecho sentir mucho más positiva y esta actitud también cura.
Así que animo a todas las personas que estén a punto de pasar por este proceso, a que no tengan miedo y no duden en utilizar este tratamiento, es totalmente seguro y les ayudará a sentirse anímicamente mucho mejor.
Deberíamos difundir y compartir esta información para conseguir que este sistema se implemente en todos los hospitales de España, porque los beneficios psicológicos son muy importantes y ayudan muy positivamente a los pacientes con cáncer.
¡Mucho ánimo a toda la gente luchadora y valiente!